martes, 30 de abril de 2013

Ser Profesional



Ser Profesional
Ética

Según la etimología de la palabra “profesional” (latín professionis), encontramos la definición correspondiente a la acción y al resultado de profesar, entendido también como manifestar una creencia o un sentimiento. Para nosotros, ser profesional considera muchos aspectos importantes. En primer lugar, entendemos que para ser profesional hay que reconocer las fortalezas y debilidades propias, con el objetivo de tener claro nuestros alcances y nuestras proyecciones. Incluye también, por ejemplo, la capacidad de reconocerse incompetente frente a determinadas situaciones y saber derivar y pedir ayuda a otros profesionales.  Esta categoría involucra no solo tener todos los conocimientos teóricos respecto al ejercicio que se prepara, sino tener una visión crítica respecto al entorno que involucra el tratar con otras personas. Es decir, no solo compromete una “anamnesis” de aspectos clínicos, sino saber considerar todos los factores que influyen en una persona: aspectos sociales, económicos, emocionales, etc. Ser profesional involucra un compromiso con las relaciones que se establecen con las personas que se intentan rehabilitar, por lo tanto, involucra una conexión integral con el mismo, procurando siempre que el único norte sea aumentar las capacidades del paciente, al mismo tiempo que se fortalecen las que ya tiene; por sobretodo, nunca mirarlo como una persona inferior, sino solo con habilidades diferentes.  También es importante fijar metas de la terapia con el paciente, ya que esto sirve para poder establecer un real compromiso con su rehabilitación.

El fonoaudiólogo debe considerar esta disciplina como el intento de mejorar la calidad de vida del paciente, con directrices bioéticas y linealidades que sean congruentes con la empatía del paciente, con su dignidad y con sus costumbres. La comunicación es un fenómeno social inamovible y forma parte de los pilares fundamentales de la misma, por lo tanto, sus alteraciones y rehabilitación involucran la re-inclusión a un sistema fundamental en las relaciones humanas. Entendiendo esto, el fonoaudiólogo debe estar en una constante búsqueda de la perfección y de que nunca se termina de aprender.

Paula Beláustegui, María Esperanza Campos, Katherine Catejo, Cristian Galaz, Catalina Horn, Catalina Villalón.


miércoles, 24 de abril de 2013

Pueblos Originarios: Cultura Mapuche

Se presenta el Informe correspondiente a los Pueblos Originarios: Cultura Mapuche.

Pueblos Originarios:
Cultura Mapuche




-Nombres: Paula Beláustegui, María Esperanza Campos, Katherine Catejo, Cristian Galaz, Catalina Horn, Catalina Villalón.
-Asignatura: Ética Profesional
-Profesor: Marcelo Sandoval
-Fecha: 24 de Abril 2013


Introducción
El marco de la integración de la diversidad es un proceso que ha sido intentado mejorar durante la última década. Con diversas políticas e iniciativas que constantemente se transforman ante el ojo de la decisión pública, es innegable que falta mucho para lograr un cambio tangible. Con el quehacer profesional terapéutico, nace inherentemente en nosotros el deseo que nos empuja a ser integradores de todo cuanto podamos abarcar. Dicho esto, la directriz de nuestra proyección debe ser la inclusión de todas las realidades existentes en el entorno en el cual nos vamos a desarrollar.
Sin ir más lejos de esta definición, las minorías culturales en Chile significan un tema difícil de abordar en la palestra pública. Las etnias que constituyen el actual vestigio de los inicios de nuestra civilización han ido en un proceso de urbanización que es tangente a la pérdida de las raíces propias de las mismas. Sin embargo, este es un proceso que no se caracteriza por ser exclusivamente propio de nuestra realidad nacional, sino que es fruto de un indetenible avance de la globalización producto de los sistemas políticos hegemónicos predominantes en el mundo.
La Cultura Mapuche constituye indudablemente el representante principal de los pueblos autóctonos de nuestro país. Según cifras actuales del censo 2012, aproximadamente el 9,9% del total de los residentes mapuches se reconoce como tal ante la encuesta pública y el 70% (app.) centra su hospedaje en la región metropolitana. Estas cifras constituyen un alarmante indicio del nivel de pérdida de las raíces propias de este pueblo y nos transmiten el imperante deseo de transformar, paulatinamente, nuestras costumbres hacia una convergencia de rescate.




Objetivos
-       Describir brevemente las informaciones generales respecto a la cultura mapuche, ahondando en lo que incluye datos demo y etnográficos.
-       Describir en qué consiste la visión médica del pueblo mapuche.
-       Relacionar aspectos de cosmovisión mapuche y su conexión con el continuo enfermedad-salud.
-       Conectar el proceso “vida-muerte” de este pueblo con los aspectos anteriormente mencionados.
-       Rescatar las generalidades aplicables al contexto de salud actual chileno, generando propuestas de inclusión de sus prácticas.
-       Reflexionar respecto a la importancia de sus conocimientos.


Marco Conceptual: datos etnográficos y demográficos

Los mapuches, que significa “gente de la tierra”,  son un pueblo aborigen sudamericano que habita el sur de Chile y el suroeste de Argentina. De modo genérico, «mapuches» abarcan a todos los grupos que hablan o hablaban la lengua mapuche o mapudungún y, de modo particular, se refiere a los mapuches de La Araucanía y sus descendientes.
A la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, habitaban entre el valle del Aconcagua y el centro de la isla de Chiloé, en el actual territorio chileno. Entre los siglos XVII y XIX los mapuches se expandieron al este de los Andes, de forma violenta en unos casos y pacífica en otros, en un proceso que significó la aculturación de los tehuelches y otros grupos de cazadores nómadas.
A fines del siglo XIX, los estados argentino y chileno ocuparon los territorios habitados por mapuches autónomos mediante operaciones militares llamadas «Conquista del Desierto» y «Pacificación de la Araucanía», respectivamente.
En los siglos XX y XXI han vivido un proceso de asimilación a las sociedades dominantes en ambos países y existen manifestaciones de resistencia cultural y conflictos por el reconocimiento y ejercicio de derechos políticos y sociales y la recuperación de autonomía.
El sistema económico basado en la caza y la horticultura propios de las agrupaciones del siglo XVI, dio paso a una economía agrícola y ganadera en los siglos XVIII y XIX, convirtiéndose en un pueblo campesino luego de la radicación forzosa en terrenos asignados por los gobiernos de Chile y Argentina. La población mapuche actual es mayoritariamente urbana, la cual vive principalmente en Santiago de Chile y Temuco.




Situación demográfica actual

La situación demográfica los Mapuches ha ido cambiando a través del tiempo. Antiguamente el territorio Mapuche se extendía (siglos XVII – XIX) desde el valle del río Aconcagua, al norte de Santiago, hasta el río Biobío, en la actual Argentina. Actualmente solo una parte del territorio chileno y del territorio argentino es reconocido por los mapuches como su tierra.
Según el Censo de Chile de 2002, 604.349 personas en Chile se declaran pertenecientes al pueblo mapuche, aproximadamente un 4% de la población total, que representan el 87,3% de la población indígena total. Viven principalmente en la Araucanía (33,6%) y la Región Metropolitana (30,3%) y en menor cantidad en las de Biobío (8,8%), Los Lagos y Los Ríos (16,7% las dos sumadas).
En el censo de población realizado en 2012 que 1.508.722 personas se declararon Mapuche. La variación en el país es de 905 mil personas, concentrándose la mayor cantidad en región metropolitana, seguida por  la Araucanía.  
La cantidad actual de mapuches, representa el 9,9% del total de personas. Los pueblos originarios corresponden aproximadamente a un 12% de la población chile y dentro de este más o menos un 80% corresponde al pueblo mapuche.

Entre el 65 y 70%  de la población mapuche, se concentra en ciudades, sobre todo en la ciudad de Santiago, y un 30% se sitúa en partes rurales del país, principalmente en la Araucanía y de forma más minoritaria en las regiones de los Lagos y la de Los Ríos.
La repartición desigual está causada por un fuerte éxodo rural intenso provocado por las generaciones jóvenes y que causa una importante subdivisión de las tierras así como una disminución de la productividad agrícola que ya se viene produciendo desde la colonización y que tiende a prolongarse en el futuro. De esta manera, se puede apreciar que 8 de cada 10 mapuches viven en ciudades.





Sistema religioso, cosmovisión y su relación con continuo    salud-enfermedad y educación.

El sistema religioso mapuche rinde culto a los antepasados míticos y los espíritus, en base a su propuesta de que nuestro mundo tangible está estrechamente ligado con el mundo espiritual. Ngünechen es su Dios, omnipotente y superior, al igual que el Dios de la iglesia Cristiana, pero a diferencia de la última, también se respeta a sus precursores Pillanes y Wangulén, a los espíritus de la naturaleza llamados Ngen. La cosmovisión mapuche y el concepto de salud están estrechamente relacionados. Los  mapuches entienden la correspondencia entre salud - enfermedad como un equilibrio a nivel del universo, por lo tanto para ellos la enfermedad aparecería cuando hay un desequilibrio en el universo, siendo así los  pullu (espíritus) en los cuales creen, los que entreguen el newen (fuerza) para la sanación.
Actualmente, la cultura mapuche ha sido influenciada por la iglesia Cristiana, profesándose esta dentro de sus cultos, pero ellos plantean otra teoría del origen de la Tierra; dicen que, antes de poblar la tierra, los espíritus miraban desde arriba y veían todo desierto, hasta que les fue permitido enriquecerla con innumerables formas distintas, hechas con el material de las nubes; luego bajaron los hombres del cielo, conociendo el lenguaje de la naturaleza, y trajeron el idioma mapuche, que es el mismo que se habla en el cielo. Los espíritus les prometieron que los harían regresar en el futuro.
El Chonchón y Kalku son sólo algunos de sus personajes mitológicos. En cuanto a las figuras religiosas más importantes, encontramos al Ngenpin, a la Machi y al Lonco, quienes se encargan de los Guillatún (rituales de adoración y diversión) y el Machitún (ceremonias de sanación y augurio).
Una de las características de su cultura, es la práctica de sacrificios humanos, ya sea para calmar desastres de la Madre Naturaleza (como ofrenda) o guerras, o para acabar con el padecimiento de una persona.
De acuerdo a los Mapuche, la vida humana debe estar en armonía; cuando esta se desbalanza, se presenta una enfermedad. Las enfermedades (kutran) se dividen en dos tipos: enfermedades Mapuche y enfermedades Winka. Al mismo tiempo, las Kutran Mapuche se dividen en re kutran (causadas por la naturaleza), wenu kutran (causada por influencias mágicas)  y wedu kutran (provocada por espíritus).
Dado que las enfermedades Mapuche son provocadas por fenómenos y fuerzas claramente explicables e identificables, estas deben ser tratados en acuerdo con el sistema médico
Mapuche. Las enfermedades winka, por su parte pertenecen al mundo occidental, y deben ser tratadas a la manera occidental.De acuerdo a la causa de la enfermedad, los Mapuche decidensi el tratamiento debe ser hecho por una machio por un doctor. Citarella plantea que la mayoría de los Mapuche considera las enfermedades como Mapuche Kutran, pero cuando se presentan síntomas biológicos (tales como virus o infecciones bacteriales), los Mapuche deciden acudir al doctor, ya que ese tipo de enfermedades son clasificadas como enfermedades winka.
En cuanto a la educación académica de los Mapuches, esta e encuentra fuertemente afectada por asuntos territoriales (difícil acceso a establecimientos escolares, por la falta de caminos rurales en su principal territorio) y por la discriminación de algunos recintos para recibir a las personas de esta cultura. Además, los Mapuches exigen que se respeten sus creencias y sean impartidas también en el sistema educacional al que asisten sus hijos, pero esto no ocurre en cualquier escuela, por lo que se ve limitado el rango de posibilidades.


Proceso Vida y Muerte

Los mapuches tenían una concepción de la vida como una dimensión sagrada, tanto la alegría como el sufrimiento haciendo que cada acto de existencia fuera espiritual. Le atribuían gran valor a la auto-estima, ya que la condición de mapuche era asumida con gran orgullo y se rendía la vida si era necesario en defensa de los valores y los principios culturales.
Creían además que la vida se prolongaba más allá de la muerte. Se convertía en un viaje que emprende el alma del difunto hacia  otra vida, ascendiendo desde la plataforma terrestre hasta una cósmica de transición en la que se mantiene hasta su funeral. Además se prolongaba en un doble exacto del cuerpo, que seguía existiendo después de la muerte y de la descomposición del cuerpo, manteniendo las características dadas por el linaje al que perteneció en vida. Podía hacerse invisible e intangible a voluntad, pero requería de las mismas necesidades y experimentaba los mismos sentimientos y deseos que los vivos.  Es por ello que para atender a sus necesidades, se depositaban junto al cuerpo de los hombres, comida, utensilios de uso cotidiano, incluso se les colocaban caballos muertos para que se transportaran en ellos. Si se trataba de una mujer, se le depositaban sus mejores vestidos, comida, bebida y todos sus instrumentos de tejido.
 Los caciques por lo general eran enterrados en cerros y seguía rigiendo los dobles o almas de los que gobernó en vida, el resto de los mapuches eran enterrados en las faldas de estos. Otras formas de entierro eran en troncos ahuecados, en cistas de piedra y en urnas funerarias de cerámica.

 Los dobles o espíritus conservaban la forma del cuerpo y los caracteres que tuvieron en vida: el que fue alto o bajo, continuaba siéndolo o el que murió niño quedaba niño.
El espíritu o doble nacía con el cuerpo, y durante la vida podía abandonarlo y volverlo a ocupar a voluntad. Con la muerte se desprendía del cadáver y pasada por dos fases distintas: la de am y la de pulli.
El am: es el espíritu de los recién muertos que aún no se había alejado de los lugares y personas que frecuentaba en vida. Se podía hacer presente a los vivos en forma de animal o humana.
El pulli: correspondía a la transformación del am que se aleja de los hombres  que se dirige a la región de los espíritus, a medida que su recuerdo se va desapareciendo.



Lineamientos inclusivos del pueblo mapuche en el sistema de educación

La ley indígena N° 19253 dice recoger en gran medida los planteamientos formulados por las comunidades indígenas en el transcurrir del tiempo. A partir de esta ley nace la CONADI (corporación nacional de desarrollo indígena), un  organismo público encargado de promover, coordinar y ejecutar, en su caso, la acción del Estado en favor del desarrollo integral de las personas y comunidades indígenas. Los principales artículos mencionados en esta ley y referidos al tema educacional establecen:
-El establecimiento en el sistema educativo nacional de una unidad programática que posibilite a los educandos acceder a un conocimiento adecuado de las culturas e idiomas indígenas y que los capacite para valorarlas positivamente.
-La Corporación, en las áreas de alta densidad indígena, desarrollará un sistema de educación intercultural bilingüe a fin de preparar a los educandos indígenas para desenvolverse en forma adecuada tanto en su sociedad de origen como en la sociedad global.





Lineamientos inclusivos del pueblo de Mapuche en el sistema de salud

En la inclusión dentro de sistema de salud funciona como regulador al programa Mapuche del Ministerio de salud. Es aplicado en las zonas con mayor concentración de población indígena, principalmente en la región de la Araucanía. Este organismo tiene como propósito principal mejorar la situación de salud indígena, otorgando mayor acceso e información, y al mismo tiempo respetar y proteger el sistema de salud autóctono.
Además consta de tres componentes principales en los cuales se basan para alcanzar el logro esperado:
- Equidad: construcción de un sistema de salud que busca contribuir a disminuir las brechas existentes en el acceso a la atención de salud oportuna y de calidad.
- Enfoque Intercultural en Salud: orientado a la incorporación del enfoque intercultural en las acciones de salud que realizan los profesionales y técnicos en su relación con los sistemas culturales de salud de los pueblos indígenas.
-Participación Social Indígena: orientado a la participación de los pueblos indígenas en la formulación y evaluación de los planes locales.
FUENTE: servicio de salud de la araucanía, ministerio de salud   http://ssan.redsalud.gob.cl/?page_id=346


Crítica Reflexiva

Sin duda alguna, con el pasar de los tiempos ha sido exponencial el crecimiento que ha tenido el sentimiento de representación con las “ideologías” y prácticas de la cultura mapuche. Sin embargo, el proceso que aquí se genera es sumamente interesante. A medida que se produce mayor inclusión de sus conocimientos en lo “urbana y culturalmente público” (por ejemplo y dado el caso, el sistema de salud), no se da el espacio necesario, adecuado y justo para el mismo proceso. Es decir, por una parte encontramos un mayor porcentaje de representación mapuche en nuestro entorno urbano, algunos beneficios que otorga el Estado en relación a la educación y jornadas de aplicación de prácticas ancestrales curativas mapuches, pero si analizamos más a fondo estas mismas “oportunidades”, encontramos que son sumamente restrictivos y, en ciertos casos, pueden asumirse prácticamente como una burla. Esto, es puntualizable con el ejemplo de la Región de Valparaíso, la cual en un intento de inclusión, partió otorgando una intervención médica mapuche anual, para pasar posteriormente a dos intervenciones. O sea, encontramos que para las entidades públicas es suficiente con dos jornadas anuales para seguir una terapia “efectiva”. Más aún, en un intento con mejorar la situación y ante el debate mismo generado, se dio el espacio para la implementación de un “Centro Cultural” donde la población mapuche pudiera entregar sus prácticas, pero que sin embargo, no se encuentra directamente relacionado con las carteras ministeriales correspondientes.
Lo anterior, sumado al incipiente y tan mencionado Conflicto Mapuche, demuestra un profundo desinterés y subestimación por lo que significa este pueblo para la identidad chilena. Por lo mismo, observamos que a medida que más personas mapuches son “incluidos” en los sistemas públicos, estos van perdiendo profundamente su identidad, ya que deben ser sometidos a la educación, salud y beneficios tradicionales del resto del Chile “colonizado”.
Para nosotros, es necesario que la inclusión que se otorgue considere un sistema que sea elaborado desde el marco de la completo y absoluto englobe de todo lo que considera la integración de una cultura en otra. Más allá de ser puntualmente la cultura mapuche en cuestión, es necesario el respeto por lo que se trae incorporado por la herencia cultural al momento de adaptar un pueblo en otra “civilización”. Como futuros fonoaudiólogos, recabamos en la importancia de las alternativas médicas y el espacio que se da para las mismas, porque para que una rehabilitación sea eficiente, es necesario que se considere un trabajo permanente y proyectado, analizando la evolución física y emocional de los pacientes; esto dentro de un marco de una terapia general.




miércoles, 10 de abril de 2013

Ética para Amador - Fernando Savater

A continuación se presentan los ensayos referentes a la lectura del texto: "Ética para Amador" del autor Fernando Savater.




1.- Paula Beláustegui:


Introducción

En la vida estamos constantemente tomando decisiones acerca de múltiples cosas y situaciones, pero la cuestión es: ¿cómo saber cual es la mejor opción?, para lograr esta respuesta aparece la ética. No obstante, muchas veces nos preguntamos: ¿qué es la ética?. La ética se define como una rama de la filosofía que estudia la moral y las obligaciones del hombre, sin embargo, para Fernando Savater, autor de ética para amador, es considerada como el “arte de saber vivir”.
El libro consta de 9 capítulos y el autor lo escribió para su hijo Amador, por lo mismo, utiliza un vocabulario bastante simple y abundantes ejemplos, los cuales logra relacionar con distintas situaciones de nuestra vida. El texto no se considerarse un libro convencional o manual de ética ya que no expone todos las teorías, conceptos o definiciones que se tienen acerca de esta, sino más bien es como una “conversación” entre el lector y el autor, donde el escritor muestra humor, ironía y diversas historias en su discurso que hace que sea más factible y amena su lectura.
Savater nos expone diversos temas relacionados con la ética, como la libertad, humanización, lo bueno y malo, entre otros. Cabe destacar que el autor no intenta que pensemos igual que él (aunque en ocasiones puede que lo parezca), sino más bien intenta proponer una perspectiva diferente de observar las cosas y de saber como actuar frente a las múltiples situaciones que puedan ocurrir en la vida cotidiana. Es un libro de amplia interpretación, donde se propone que cada uno haga una reflexión personal acerca de todo lo expuesto. A continuación, se hará una síntesis y análisis personal del texto.

 Síntesis

El texto de Savater, expone diversas aristas de la ética. Nos habla de temas como la libertad, la relación con los demás, lo que es o no bueno, entre otros, relacionándolos todos con la ética  y entendiendo esta como el “arte de vivir”.
En la vida siempre estamos eligiendo una cosa o la otra y hay ciertas cosas que podemos considerar buenas y malas, no obstante, no siempre lo bueno para una persona es bueno para la otra y viceversa.
La situación de poder optar por esto o lo otro es lo que el autor considera como la libertad. Por un lado, el escritor expone que ninguna persona puede liberarse del hecho de elegir sus acciones lo quieran o no, y aún el hecho de no querer elegir nada, es una decisión que se toma libremente: se está optando por la opción de no elegir. Cabe destacar, que estas decisiones que se toman constantemente tienen que tener jerarquía de prioridades, para que después, en lo posible no arrepentirse de la decisión que se escogió. Por otro lado, habla de que si bien somos libres al tomar una opción u otra, no somos libres de lo que nos pasa, es decir no podemos controlar los factores externos, pero el como nos enfrentamos y respondemos frente a algún problema pasa a ser decisión de cada uno. No obstante, las personas no están todo el día pensando lo que les conviene o no conviene hacer, existen ciertas cosas que se hacen porque si. A esto, se les conoce como motivos, que corresponden a las costumbres, órdenes y caprichos que todos tenemos. El autor explica que no porque una conducta sea una orden, costumbre o capricho tiene que ser buena y por lo mismo, hay que saber elegir lo más adecuado. Con esto, Savater llega al tema de la moral, entendiéndola como el conjunto de normas, comportamientos, acciones, etc., que las personas consideran válidas. Profundiza también sobre lo subjetivo que es considerar a una persona “buena” o “mala” debido a que todo depende de las intenciones y la situación en la que se encuentre. Por esto, en el libro se resalta que siempre es necesario ponerse en el lugar del otro ya que muchas veces nos dejamos llevar por la primera impresión y juzgamos injustamente.
Algo que destaca es la humanización, entendiéndolo como un proceso recíproco y sin el cual no podríamos vivir bien, ya que todas las personas necesitamos de otras personas. Es por esto, que se resalta que hay que tratar a las personas como humanos y no como cosas.
Finalmente, Savater nos habla de los placeres, política y de no ser imbéciles, tomando este último concepto como el hecho de carecer de conciencia y por lo tanto necesitar apoyo moral.

Análisis

En el libro se plantea el ver la ética como un “arte de vivir bien”, pero la pregunta que muchos nos hacemos es: ¿qué es vivir bien?, ¿cómo se puede vivir bien?, ¿hay alguna receta para ser feliz?. Al analizar esto, llego al hecho de que no existe receta o pasos a seguir que nos digan como “ser feliz”. Lo que si está claro es que no somos máquinas programadas, cada humano tiene un concepto de “vivir bien” distinto del otro y eso es justamente lo que nos diferencia. Mas, creo que cada uno de nosotros tiene una meta o misión que cumplir en la vida, pero el como llegar a ella es nuestra elección. Es aquí donde aparece algo realmente relevante que es la libertad, pero: ¿qué es la libertad?, ¿somos realmente libres o no?. A la respuesta que llego con esto es que todo es relativo.
Estoy de acuerdo con el autor que es verdad que muchas veces no elegimos lo que nos pasa, pero si decidimos la manera de reaccionar frente a lo que nos pasa. Somos libre de decidir la forma en que afrontamos la vida y como seleccionamos aquello que queremos. Sin embargo, creo que no siempre somos libres, partiendo por el hecho de que nadie nos pregunto si queríamos venir o no a la vida, es decir, si queríamos o no nacer. A pesar de eso, ya estamos aquí y nos encontramos con que también nuestra libertad tiene limitaciones: ¿somos verdaderamente libres cuando nos encontramos frente a situaciones en las cuales hay que elegir una opción, pero ninguna de las opciones que se nos presentan nos satisface?. En estos casos, según mi opinión, si bien se tuvo la oportunidad de elegir esto o lo otro, no se fue totalmente libre ya que no se quería ninguna de las opciones. Asimismo, tampoco somos del todo libre en el sistema en el cual estamos inmersos. La sociedad en la que vivimos, si bien no es responsable de mis elecciones personales y más intimas, afecta al momento de decidir algo, ya sea directa o indirectamente, porque querámoslo o no, estamos dentro de esta estructura de vida, donde nuestros actos son categorizados como “buenos” o “malos” y todos traen consecuencias “buenas” o “malas”. Además, desde que nacemos, estamos condicionados a cierta forma de vivir, a estudiar, a seguir un patrón que la sociedad considera bueno y/o apropiado y si nos salimos de este, estamos mal encaminados o somos “malos”. Es aquí cuando llegamos a otra interrogante: ¿qué es lo bueno o malo? ¿qué es ser un hombre bueno?. Desde pequeños nos enseñan que ciertas cosas son buenas y otras son malas y tratan de que seamos “buenas personas”, pero a mi parecer, todo depende de la situación, del contexto, las intenciones que se tengan y del objetivo que se quería lograr con lo hecho, etc. Por esto, hay que saber ponerse el lugar del otro, tratar de entenderlo, aunque estemos en total desacuerdo con su actuar o elección.
Algo que hay que tener en cuenta al tomar una decisión es saber lo que realmente se quiere y las consecuencias que pueda traer mi decisión, ya que muchas veces pasamos a llevar a terceras personas e incluso a nosotros mismo con o sin quererlo. Es aquí cuando tenemos que saber responsabilizarnos de nuestras conductas y aprender de ellas.
A mi juicio, las relaciones que se tienen con las personas son como un “trato”: “yo seré contigo como espero que seas conmigo”, “yo te voy a tratar bien porque quiero y espero que tu me trates bien”. Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchas veces lo yo considero bueno, es malo para el otro y mi forma de tratar bien, quizás sea una mala forma para otro. A pesar de ello, creo que hay que buscar la forma de estar bien, en paz con uno mismo, respetar y tratar de no pasar a llevar a nadie. Al fin y al cabo el mundo es redondo, la vida es cíclica, todo cae por su propio peso y todo se devuelve de alguna manera. Creo que cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da y viceversa. Por lo mismo hay que obrar de la mejor manera e ir creciendo cada vez más como personas.
Para muchos, ser feliz y tener una buena vida sería tener arto dinero y muchas veces se envidia a quienes tienen más que uno en cuanto a lo material, no obstante, creo que a quien realmente se debe envidiar es a las personas que se encuentran realmente bien por dentro, sea cual sea su situación económica, porque son esas personas las que generalmente son realmente felices con ellos mismos y con lo que los rodea. La vida no consiste solo en adquirir cosas, la buena vida va también en el hecho de establecer relaciones con los demás. Las personas necesitamos de otras personas para estar bien, necesitamos cariño, amistad, etc. Tenemos que saber respetar y valorar a cada persona por muy distinta que sea de nosotros. Hay que saber tratar a las personas como seres humanos, con dignidad, con respeto, ya que solo en contacto con el prójimo podemos desarrollarnos y hacernos personas. El saber tratar y relacionarse con los demás es algo esencial y nos ayudará en nuestra labor que tendremos como fonoaudiólogos, debido a que trabajaremos con personas que necesiten de nuestra ayuda y nuestro apoyo.
Como dice el libro, hay que tener sentido moral, saber como actuar bien y ser responsables en todo ámbito. Como futuros profesionales, esto es sumamente importante, ya que estamos a cargo del bien estar de una persona que llega a nosotros en busca de ayuda para algún problema o trastorno que muchas veces puede acomplejarlo. Es aquí, cuando tenemos que saber mostrarle que tiene que saber disfrutar de los pequeños placeres que le da la vida día a día (como lo menciona Savater), que “su problema” no lo es todo y muchas veces tiene una solución más simple de lo que cree.
Finalmente considero que la vida y la ética es todo lo mencionado y mucho más.

Conclusiones

Ética para Amador, tiene el propósito de mostrarnos una visión diferente de ver la ética, que es una herramienta que utilizamos a diario y nos guía constantemente en nuestras acciones y decisiones.
El texto me hizo reflexionar cosas que normalmente no pensaba y creo que es justamente la reflexión personal una de las cosas más relevantes y enriquecedoras que nos deja este mismo, donde los temas tratados relacionados con la ética, nos sirven y servirán, tanto para la vida personal como profesional.
Creo que nos hace falta sentarnos y reflexionar sobre nosotros mismo, darnos cuenta que hacemos, como estamos viviendo y lo más importante para donde vamos y como es que queremos vivir, ya que vivir no es una ciencia que se pueda estudiar exactamente. Con esto me refiero a que no existen respuestas, ni decisiones que sean las exactas para cada ocasión, sino que cada individuo debe encontrar su arte de vivir, lograr su manera de vivir bien y eso es justamente lo que la ética nos propone. Lo que esta claro es que no podremos saber nuestro “arte de vivir” si no la descubrimos por nosotros mismos, y debido a que siempre estamos descubriendo cosas nuevas, ese “arte de vivir” la iremos aprendiendo día a día, a lo largo del transcurso de nuestras vidas y de nuestra existencia. 
Lo que nos expone el autor es algo sumamente fácil de entender, pero difícil al momento de ponerlo en práctica y es ahí donde debemos esforzarnos.
Por mi lado, llevaré a cabo, practicaré y comprenderé estas nociones a mi manera, siempre teniendo en cuenta algo que bajo mi punto de vista es esencial: el ser persona y humano ante todo. La vida es una sola y todos estamos involucrados en ella.




2.- María Esperanza Campos:



Introducción
La ética es un concepto que muchas veces resulta confuso o difícil de comprender, pero básicamente se trata de averiguar el porqué de lo que hago o lo que yo establezco como mi moral y se enfoca en cómo vivir bien. El ser humano posee una cualidad que lo hace único que es el poder decidir frente a la situaciones que se le presentan en la vida, nunca tiene una opción para elegir, por el contrario, posee un abanico que dependerá finalmente de lo que desee. Además puede cambiar su destino en cualquier momento ya que muchas veces resulta ser impredecible. Existen muchas interrogantes de cómo vivir la vida de buena manera pero lo cierto es que eso no tiene una respuesta concreta, depende de cada persona, de sus experiencias y sus perspectivas frente a la situaciones que se presentan en el transcurso del diario vivir. Cada persona es única e irremplazable pero hay algo muy importante dentro de todo esto que es la vida en relación con el otro, con los demás, con los que se encuentran en nuestro alrededor que de una u otra forma se hacen parte de nuestro mundo ya sea de manera positiva o negativa, pero que al final nos conducen a acertar o equivocarnos en la elecciones que hacemos. Es en este texto donde el autor Fernando Savater plantea lo que es la ética, y lo relaciona desde de diferentes enfoques y aristas con la libertad, la buena vida, la toma de decisiones, la moral y la justicia, estableciendo variadas interrogantes que incitan al lector a reflexionar y comprender su verdadero significado. A continuación a partir de todo lo señalado anteriormente se presentará una síntesis, análisis personal  y una conclusión de este libro, que enseña lo que es la ética y su aplicación a lo largo de la vida, incitando siempre a la reflexión profunda del lector.

 Síntesis del libro
Al comienzo de este libro el autor plantea que existe la voluntad, la que prevalece siempre al elegir si hacer algo o no. Existe la posibilidad de elegir a algo que no está presupuestado porque somos libres de optar de distintos modos a lo que nos sucede, pero esta libertad de elección también puede hacer que nos equivoquemos. Al hacer esto estamos eligiendo en parte como queremos vivir la vida, o el significado de ética que es saber vivir. No somos libres de decidir lo que nos pueda ocurrir pero si la manera de afrontarlo, muchas veces esta reacción ocurre de forma automática sin pensar en la razón o el motivo que  hace que tomemos tal determinación. En este motivo intervienen tres factores, que son las órdenes y costumbres y el capricho. El autor explica que estos motivos sirven para obrar bien pero hay veces que no son necesarios para ver si algo nos conviene o no, entonces es necesario que razonemos por nosotros mismos.  Es así como la moral se hace presente, pero es necesario hacer una reflexión al respecto de por qué sus principios se aceptan como válidos, que es de lo que se trata la ética. El ser humano tiene la responsabilidad de ir en búsqueda de la buena vida humana que tiene como  base la relación que se establece con los demás principalmente a través del lenguaje. Existe un proceso recíproco que es la humanización para poder hacerse humano y darse la buena vida que en fondo se reduce a dar la buena vida. Hay una condición ética que consiste en aceptar vivir de cualquier modo a pesar de las complicaciones, de rodearse de afectos que se dan al tratar a los demás como personas y no como cosas porque la buena vida requiere de ellos y además de la conciencia de que no todo da igual. La única obligación que tenemos en la vida es el de no ser imbéciles esto referido a el hecho de tener que apoyarse en algo externo dejando de lado lo fundamental, que es la libertad. Algo importante para este autor es la buena vida que hay pero entre humanos y en este se debe aplicar la empatía con el otro y reconocerlo como semejante actuando con justicia. Hay que saber disfrutar la vida sin dejarse influenciar, apostando siempre porque esta vale la pena, porque así se pueden alcanzar los placeres que se deben poner al servicio de la alegría, para poder obtenerla. La ética y la política de un modo pueden ser semejantes porque buscan vivir la buena vida pero esta última lo que hace es limitar las libertades de los demás siendo contrario a la ética que lo busca es poder elegir. La vida tiene un sentido único que se lo da cada individuo y siempre va hacia adelante.

Análisis
Al leer este libro debo confesar que no tenía muchas expectativas debido a que no entendía bien de qué se trataba la ética, poco a poco fui comprendiendo y dándome cuenta que esta es mucho más que un simple concepto y que es necesario mirar más allá para entenderla. A medida que fui avanzando me di cuenta que cada cosa que este libro destacaba me hacía sentido, sobre todo esa búsqueda constante entre los humanos, el de vivir la buena vida. Todo lo que hacemos siempre tiene un solo objetivo que es el de poder acertar, siempre esperamos que todo salga como lo hemos presupuestado pero ahí está el error, el de cuánto pesa el miedo a perder, porque ese sí es un gran problema, el de no estar dispuestos a vivir la vida con lo que venga, diría más bien mi problema, porque a veces el miedo se hace más fuerte que del pensamiento de que todo va a salir bien o el de estar dispuesta a afrontar lo que ocurra, cuando debería pensar que a pesar de errar en algún momento, esto finalmente queda como lección y aprendizaje de vida. En las elecciones que hacemos no estamos solos, si no que por el contrario estamos rodeados de gente que nos nutre, nos influye, nos brinda afectos, ese otro al que debo ser capaz de mostrarle lo que puede esperar de mí. Es aquí donde se me vino a la mente el rol que como una futura fonoaudióloga en formación debo tener presente, el de considerar al otro como persona y no como una cosa, porque seremos expertos en comunicación que es lo esencial para poder empatizar  y relacionarse con el otro y hacerlo sentir que vale, transformándose en un proceso recíproco de mutuo aprendizaje.  Algo que me ha costado siempre es el tolerar la frustración, pasamos la vida quejándonos de que todo pudo ser distinto pero con el paso del tiempo he aprendido que la pregunta no es ¿por qué a mí? Si no es ¿por qué no a mí?, creo que el ser capaz de responder a esta última lleva un proceso y quizás un cambio de mentalidad  que significa dejar de lado los temores que muchas veces nos rodean y poder decir, si a mí me pasó es porque soy lo suficientemente fuerte para afrontarlo con todas las consecuencias que pueda traer.  Creo eso sí que para poder llegar a la buena vida como lo dice este autor, es necesario tener de dulce y agraz a eso me refiero que no podemos encontrarle sentido y sentido positivo si no sabemos lo que es tener que pasar los obstáculos que se atraviesan en el camino , o mucho peor, tener todo sin esfuerzo, porque eso es lo que al final nos ayuda a poder descifrar o encontrar sentido a todo lo que hacemos y también nos ayuda a querernos a nosotros mismos, a poder valorarnos y darnos cuenta de todo lo que podemos lograr. Así la vida nos pone a prueba y nos sorprende. Algo que me llamó bastante la atención fue el capítulo donde hablaba de ser imbécil ya que me sentí bastante identificada con algunas de sus clasificaciones, sobretodo en un momento concreto de mi vida que fue cuando salí de cuarto medio. Viví momentos  angustiantes porque no sabía qué hacer con mi vida, ni que decisión tomar, me molestaba el hecho de sentirme influenciada por mis papás coartándome a mí misma de decidir lo que yo quería de corazón.  En la parte del capítulo que más me identifiqué fue cuando leí lo que decía el imbécil que cree que lo quiere todo lo que se le presenta y a la vez lo contrario, porque en eso momento tenía dos posibilidades, quedarme en mi casa en una carrera que no me convencía del todo pero había algo que me hacía dudar de rechazarla que era la opción de quedarme con mi familia y mis amigos cerca. Y la otra era la de cambiarme de ciudad, en una carrera que conocía un poco más, pero lejos de todas las personas que eran importantes para mí. Fue una decisión que me llevó bastante tiempo tomarla, porque le daba vueltas y vueltas pero creo que logré dejar la imbecilidad de lado y me dije a mí misma que era el momento de crecer y ponerme a prueba a pesar de que sabía que por un lado me iba a doler por tener que dejar a tanta gente especial, pero por el otro significaba  tomarlo como un desafío que con el paso del tiempo y me siento muy feliz de decirlo lo logré, dejando los miedos y el menospreciarme con esa típica frase de sentir “que yo no me la pude”, me sorprendí de mí misma y además lo que más destaco es que fue un proceso de autoconocimiento. Esto significó una lección de vida en la que tuve la libertad, pero que al tenerla también debía hacerme cargo de las consecuencias que esta podría traer consigo, la vida es atreverse, la vida es como un carrusel en el cual no existe la posibilidad de bajarse porque sigue y sigue y el que se queda estancado sufre, por último el que se equivoca queda con la sensación de que lo intentó. La mayoría de las personas solemos tener prejuicios ante algo o alguien porque lo sentimos ajeno, pero al hacer esto no le brindo la opción de conocerlo realmente como es apartarlo de mi vida, es acá donde se transgrede la frase que dice que uno debe intentar ponerse siempre en el lugar del otro, ya que no le doy la opción de cambiar en mí lo que pienso. Quizás es lo mismo que me pasó al principio con la ética, yo llena de prejuicios pensando que era algo fome y que no me importaría, pero todo lo contrario, logró sorprenderme y generar en mí muchas reflexiones que espero aplicar en el futuro, porque la vida cambia en cada minuto y debo siempre estar en armonía con los demás y conmigo misma.
Conclusión
A modo de conclusión me quedo con la idea de que la libertad más que permitir tener un abanico de opciones, significa hacerme responsable y asumir las consecuencias de todas las determinaciones que yo tome en la vida, a pesar de que la sociedad muchas veces se interponga en ella. Relacionándolo con respecto a mi labor como futura fonoaudióloga rescato principalmente el tener que ser empática con el otro, y jamás subestimarlo, para que así yo pueda entregar lo mejor de mí y recibir lo mismo de vuelta. Ser fiel a mi ética y velar por entregar al otro el mejor tratamiento, respetando su dignidad por qué esa persona busca en mí una esperanza, una ilusión que yo debo ayudar a que esa persona la encuentre pero en sí mismo. Creo que este libro me hizo replantearme muchas cosas a las que jamás le había dado vueltas, hechos mi vida personal que a veces no fueron fáciles pero que sirvieron de experiencia para poder crecer, y enfrentar la vida dejando la cobardía de lado, dándole espacio al coraje. Puedo decir también que con esta lectura logré generar mi propia ética que sé que un futuro me ayudará para tomar buenas decisiones, que jamás debo dejar que otros decidan por mí, que debo perseguir mis ideales, y tratar de enfrentar con ánimo las adversidades de la vida. Al fin y al cabo la vida es un rompecabezas que hay que tratar de armar de a poco, nunca en soledad, si no que con la ayuda de las personas que nos rodean porque ellos nos ayudan a descubrir en parte lo que somos o sentimos ser, porque nos complementan y nos dan felicidad, esa felicidad única porque es compartida y que además es imposible de conseguir con cosas materiales. Ahora tengo muchas inspiraciones que me servirán para enfocarme en lo que realmente importa: vivir la buena vida. 

3.- Katherine Catejo:


Introducción

Ética para Amador, es un texto que busca formar una visión acerca de conceptos como la verdad, la libertad y la responsabilidad, mostrando situaciones y conflictos éticos a los que nos vemos enfrentados en nuestro diario quehacer.
Frente a estos dilemas es imperante la capacidad de reflexionar sobre nuestras acciones, recogiendo las propias experiencias, para vivir de una manera “deliberadamente mejor”. No existe una guía paso a paso sobre cómo actuar frente a un contexto u otro, pero sirviéndonos de valores y raciocinio es posible determinar un camino a seguir que no entre en conflicto con los intereses de otros.
En lo expresado anteriormente vemos desarrollado el concepto de ética, esta capacidad de reflexión en nuestro actuar y que está en directa relación con la moral que son las reglas que rigen el comportamiento, en el texto se contrapone la propia moral a la moral impuesta por la sociedad. Además, se hace alusión a los placeres, que se ven limitados en cierta forma por la moral, pero que son necesarios para alcanzar la felicidad, la que todos buscamos en la vida.

Síntesis

El texto comienza por explicar que la ética se entiende como las decisiones que tomamos para construir una buena vida, para esto debemos saber lo que nos conviene, conocerse a uno mismo y a mundo             que lo rodea. También nos vemos enfrentados a elegir entre lo conveniente y lo inconveniente, existen fuerzas que influyen sobre nuestras decisiones pero poseemos la libertad, no de elegir lo que nos pasa, sino de responder a lo que nos pasa del modo que nos plazca.
Nuestro comportamiento posee determinadas motivaciones, dentro de ellas encontramos las órdenes, costumbres y caprichos, todas ellas dependen de las circunstancias a las que nos vemos enfrentados. Es importante examinar a fondo todas nuestras motivaciones y ejercer nuestra propia capacidad para inventar y elegir nuevas posibilidades de manera informada y responsable siempre con vistas a un proyecto de construcción de una buena vida humana.
Debemos medir las consecuencias de nuestros actos, y a no acatar mandatos o costumbres sin hacer una valoración sobre la conveniencia o inconveniencia de los comportamientos. Este principio nos sirve de guía para inventarnos una forma de vida en la que nadie elija por nosotros.
La manera en que nos tratamos los seres humanos es en extremo importante porque los seres humanos nos humanizamos los unos a los otros, lo que nos conviene verdaderamente porque no estropea o daña lo que somos, de aquí se desprende el sentimiento de remordimiento. Además somos capaces de sentir empatía por los demás.
Otro eje importante es que un ser libre no siente temor al placer, el placer que le brindan todos los días las pequeñas cosas que contribuyen a su felicidad, siendo esta felicidad el fin máximo que buscamos todos los seres humanos.

 Análisis

En la vida, siempre tenemos la oportunidad de decidir hacer las cosas que creamos sean más convenientes, y esto es basándonos en nuestra propia realidad y en nuestro propio criterio, no así otros animales quienes nacen “programados” para cumplir su determinada función en la vida. Los seres racionales podemos elegir entre hacer o no hacer las cosas, podemos tomar nuestras propias decisiones, a esto es lo que llamamos libertad.
Las elecciones que hacemos son en base a lo que nos favorece, siempre tenemos más presente las cosas que nos convienen, y cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles o muy importantes tenemos que poner en la balanza qué hacer y con qué fin hacerlo antes de tomar una decisión, y esto es porque siempre obtenemos un motivo para hacer las cosas. Los motivos pueden ser generados por nosotros mismos o por factores externos que influyen en nuestro actuar. Cuando hablamos de libertad, hablamos de decidir, pero también debemos de estar conscientes de que cosas son las que uno puede decidir y que no, pueden existir caprichos, órdenes y costumbres que constituyan motivos adecuados para hacer algo de cierta forma, pero eso no quiere decir que no estemos expuestos a cometer algún error, ya que por más que exista un patrón impuesto en la sociedad sobre qué es lo más correcto a seguir, lo que es un hecho es que nadie puede elegir en tu lugar, nadie puede ser libre en tu lugar.
Utilizamos la moral como término para referirnos a esos patrones enmarcados en la sociedad que establecen ciertas normas que consideramos como válidas, le ética en cambio son los hechos propiamente tales. La libertad, generalmente es limitada por la moral, ya que al hacer uso total de la libertad, es decir hacer lo que quieras en cualquier circunstancia, se romperían varias reglas morales; es por esto que personalmente se elige la libertad que se crea más conveniente desde la propia moral. Nuestros actor son netamente responsabilidad propia, pero estos serán cuestionados por nuestros pares y, al mismo tiempo, nosotros juzgaremos las acciones de los demás, tal vez de una forma inconsciente pero que forma parte de las relaciones humanas.
Al hablar de la moral, muchas veces hacemos más énfasis en los actos considerados como inmorales, ya que estas resultan más atractivos al momento de juzgar al prójimo. En la sociedad actual, lo inmoral se ha asociado principalmente al placer, haciendo de este prácticamente un tabú, restringiéndolo cómo si no fuera algo propio de la naturaleza humana. Placer no es sinónimo de inmoral: podemos encontrar placer en cada aspecto de nuestra vida, ya sea en la comida, en el trabajo, en la familia, en lo sexual, etc. También tenemos la libertad  de disfrutar de los placeres de “hoy”, de todas formas estos se encuentran moderados bajo la propia moral a pesar de la fuerte presión de quienes dicen llevar su vida solo con actos puritanos y que obran de guardianes de la moral de sus pares.
Finalmente lo más válido, según mi opinión personal, el distinguir uso de abuso de nuestra libertad, ya que esta conlleva una gran responsabilidad, la responsabilidad de hacernos cargo de nuestra vida y que es tan característica de nuestra “especie”. Esta es un arma de doble filo pero le da propósito y sentido a nuestros actos, podemos ir por la vida en búsqueda de la felicidad, pero siempre debemos tener en cuenta que existen otros que también viven buscando. La felicidad es el máximo fin, el motivo principal para tomar nuestras decisiones, nuestra libertad y responsabilidad se ven envueltas en su constante búsqueda.

 Conclusión

Es posible asociar el texto “Ética para Amador” al rol del fonoaudiólogo, debido a que como profesionales se ven enfrentados constantemente a dilemas éticos. Es sabido que para ejercer esta profesión es necesario establecer relaciones interpersonales, con una gama de personas muy amplia de personas que se encuentran en cualquier etapa de sus vidas, es por esto que el fonoaudiólogo debe ser capaz de demostrar empatía al momento de afrontar un nuevo desafío profesional.
Además de una libertad personal el fonoaudiólogo posee una libertad profesional que lo hace responsable de otro ser, podríamos decir que esta responsabilidad en particular es muy importante y frágil, ya que, en el caso de la libertad personal se trata de no pasar a llevar la libertad de los demás al tomar una u otra decisión y, si bien, puede afectar a otros quizás no lo hace de forma directa. Por otra parte en la libertad profesional es necesario incluir los intereses de otro en nuestras decisiones y estos se verán en conflicto con los intereses propios al enfrentarse a una terapia.
De lo anterior se extrae la importancia de la ética en el quehacer de cualquier profesional, especialmente si se trata de alguien que trabaja en el área de  la salud: en la labor de estos profesionales existe una constante toma de decisiones que involucran a terceros de una forma directa, y éstas aunque parezcan pequeñas, pueden ser decisivas e influyentes en la vida de otro ser.



4.- Cristian Galaz:

Introducción
Ética para amador es un texto que trata sobre uno de los temas más fundamentales para la existencia humana: la ética. Sin que su nombre lo sugiera, la visión global que se da del texto es hacer hincapié en la “plurivisión” existente de la realidad,  como resultado de la enorme cantidad de pensamientos que hay como humanos en el mundo. Es decir, es correctamente esperable que las reacciones y asociaciones ante lo cotidiano varíen dependiendo de la persona en la cual estén acaeciendo. Sin ir más lejos de lo anterior, es necesario sentar bases para el íntegro entendimiento de las aristas de la ética: primero que todo, es justo hacer una clara diferencia entre los animales y los seres humanos. El sesgo principal será producido por el “nivel de programación” que viene incorporando inherentemente en cada uno. Con esto me refiero a que es el ser humano quien puede elegir qué hacer, cómo hacerlo y por lo tanto, asumir los riesgos de sus elecciones. Una vez entendido esto, es posible continuar presumiendo que la realidad estará sujeta diferentes interpretaciones y modificaciones que, de ser congruentes todas, evitarían un montón de situaciones actuales. Puede sonar complejo de entender en una primera lectura, pero la finalidad del texto es lograr en el lector la capacidad de separación de los convencionalismos existentes en la contemporaneidad. Y esto no es incongruente con la fabricación misma del texto. Por su temática, es moldeable al contexto del lector al tiempo que cala en lo más hondo de los debates internos del mismo. Ética para amador es una conexión entre lo que siempre ha estado presente entre nosotros: el inconsciente irreal invisible. El enfoque basado en la diferencia, sin dejar de ser justo, integral y respetuoso. La libertad de pensamiento de la mano de la correcta categorización de lo que vivimos.

 Síntesis del libro
Haciendo un recorrido por la totalidad del escrito, Savater nos plantea en primera instancia que la enorme cantidad de personas habitantes de la tierra dispondrán, individualmente, de una forma de ver la vida. Por lo tanto, será distinto el enfoque que tendrá cada uno de lo que ocurre frecuentemente y este será influenciado, obviamente, por su contexto cultural. Este concepto se mezcla con la “libertad de acción” otorgada por la capacidad de elegir. Para entender mejor este concepto, hace una analogía entre la misión que realiza una termita-soldado y lo que hace Héctor, el héroe de La Iliada.
Avanzando en el texto, el autor nos hará una importante diferenciación entre los conceptos de órdenes, costumbres y caprichos. A mi entender, se hace esta diferencia para hacer lograr entender al lector qué es lo que nos motiva a hacer lo que hacemos, ya sea en nuestro diario vivir o  al momento de tomar decisiones más relevantes o mejor dicho, menos automáticas. El deber nos empuja a realizar cosas por la motivación de recibir un premio o para evitar un castigo. La costumbre se aloja en nuestra mecánica diaria, es casi involuntaria. Por último, el capricho tiene como excusa tus propias motivaciones internas para actuar. Los siguientes capítulos estarán relacionados con lo anterior en base a que, tener claro esos “grados de sugerencia”, nos permitirá realizar las acciones y poder “reevaluar” el criterio de bueno o malo que encontraremos al prestar un poco más de atención a lo que hacemos. Es decir, solo podremos categorizar como bueno aquello que nos produce un beneficio o que nos puede llegar a beneficiar y será “malo”, lo que nos refleja lo contrario. Es importante este punto ya que son las primeras bases para entender los posteriores cuestionamientos que hace el autor a lo que es “bueno o malo” y que nos enseñará a juzgar. Para juzgar, es necesario realizar dos veces el proceso, así tomaremos conciencia de que “estoy decidiendo”. Tomar dicha conciencia me otorga la posibilidad de dudar si el solo hecho de que “algo malo” sea un convencionalismo es lo suficientemente imperante como para considerarlo de tal forma. Adicionalmente, se sienta la diferencia entre Ética y Moral.
¿Qué se pretende con lo anterior? Se pretende que el ser humano sea capaz de lograr lo que el autor nombra como “la buena vida”. Con este concepto se refiere no a cualquier tipo de “buena vida”, sino la exclusivamente humana, aquella que nace como fruto de la constante interacción entre todos y que nos vincula de la misma forma con nuestros semejantes. La satisfacción se corona como uno de los principales objetivos de la ética bien entendida. Posterior se menciona pasa a una seguidilla de temas que, a mi parecer, solo sirven para reafirmar los argumentos anteriores: es necesario que el ser humano se interese por la adquisición de “bienes” realmente importantes, que las “cosas” seguirán siendo cosas y no saldrán de su círculo. Es fundamental la “atención” en la verdadera buena vida. Colateralmente menciona la importancia de la “conciencia” como diferenciador de los imbéciles y los egoístas, catalogados como los que no saben lo que persiguen o no tienen fuerzas y los que buscan su propio interés, respectivamente.
Entrando en la recta final del escrito, encontramos la importancia del “ponerse en el lugar del otro”, pero enfocado desde el punto de vista de que la humanidad nos otorga a todos la posibilidad de ser de tal o tal forma (incluyendo actos repudiados por la sociedad), a la vez que nos señala la capacidad de metamorfosis y volver a ser como antes. Es por lo anterior que la libertad no puede ser empleada por nadie, porque no puede servir, es contradictorio. Solo se contagia, porque sencillamente es para vivirla. Puede habitar en todos al igual que el sentido de justicia, y esto se refiere a la capacidad de ver lo que la gente espera de nosotros. Es indispensable usar el mismo verbo citado por el autor para evitar confusiones. Es así como, finalmente, Savater nos hace referencia a dos “complementos” del sentido de buen vivir: el placer y la política. El primero como un indispensable para el saber vivir bien, fuera de tapujos y entendido como un acto que puede ser tanto placentero como procreativo. El segundo aspecto se refiere, en el marco ético, a la búsqueda de un sistema político que sea “ideal” en la medida que represente a la totalidad de su subordinación, que asegure el respeto por la dignidad de todos y brinde las herramientas necesarias para el óptimo desempeño de su pueblo.

Análisis de Perspectiva Individual
Primero que todo, creo que es sumamente indispensable efectuar mi comentario personal respecto a lo que generó en mi leer “Ética para Amador”. En cuentas sencillas, siento que Savater abrió mi visión respecto a la forma en la que puedo seguir desempeñándome de ahora en adelante. Puede sonar sumamente cliché la forma de interpretación del texto, pero me gustaría aclarar que la perspectiva de mi afirmación es aplicable no solo a lo que haré en mi futuro laboral, sino en el resto de mi vida. Si Savater logra convencer a un lector escéptico que, en resumidas cuentas, la vida es lo que uno quiera hacer de ella, es asumible la posibilidad de efectuar grandes cambios en el enfoque. Como dirían otros autores, habrá un cambio de forma y fondo.
De lo que plantea el autor, siento que lo más relevante es adquirir o desarrollar la capacidad de mirar la vida con una visión totalmente autónoma. Esto se refiere a saber superar convencionalismos que limiten nuestro actuar, sobre todo si consideramos que estos argumentos vienen heredados de generaciones anteriores y que, en muchos casos, se encuentran totalmente atemporales con la realidad actual. Esto no sugiere, para mí, la completa emancipación de lo comúnmente aceptado, pero si indica una independencia para no adquirir a ciega todo lo que se nos presenta y encontrar a la vez nuevas posibilidades de felicidad y todos sus procesos asociados. Para ejemplificar la visión que adquirí, me gustaría exponer formas distintas para entenderlo. La felicidad no va de la mano de lo que la gente espera de mí. No me gustaría referirme a aspectos como que la felicidad se adquiere con riqueza emocional y no sólo económica, es demasiado cliché para complementar mi argumentación y en cierto grado, siento que (dicho vulgarmente) “el dinero no hace la felicidad, pero si la puede complementar”. Sin alejarme de lo anteriormente propuesto, quiero señalar que mi felicidad está –hace bastante tiempo ya- en mi propia forma de ser. Puedo ser distinto a lo que mucha gente quiere de mí, pero es sabido que en la diferencia y la diversidad está la clave. He aprendido a dejar de lado los patrones típicos de comportamiento y, para alguno, he transgredido límites de lo “común”. No quiero explanarme con palabras que hagan alusión sólo de mí, pero a la vez (relacionándolo con los planteamientos de Savater) siento que hay aspectos que pueden ser muy difíciles de desarrollar para el común de la gente. Con esto me refiero a la capacidad de sesgo moral que se plantea. Creo que las sociedades actuales son muy dependientes de sistemas convencionales que, de cierto grado, otorgan sensación de seguridad y comodidad a sus costumbres. Para clarificar un poco mi visión, me gustaría referirme a los sistemas políticos que imperan en el mundo y como estos determinan obligatoriedades que se están ramificando en la vida de los humanos. El capitalismo es un sistema político que sustenta su funcionamiento en la posesión de los pilares económicos y sociales en manos de un grupo determinado y que tiene como finalidad  la adquisición de capitales (terrenos, dineros, bonos, etc.) que sean rentables y que aseguren la permanencia del mismo sistema. Adicionalmente, este sistema ha generado condiciones socioeconómicas que disgregan mucho de los anteriores sistemas socioeconómicos y políticos. El feudalismo, por ejemplo, basaba su mecánica en el pago con formas de trabajo y en lazos casi sentimentales entre un sirviente y su señor. Actualmente encontramos a una sociedad sumergida en un mar de comercialismos y transacciones que alimentan la boca de los peces más grandes del océano humano y que mantienen a los más pequeños en un círculo de interdependencia que aparenta ser rentable. Trataré que mi argumentación no se incline a discursos políticos de tonalidades coloradas, pero es imposible no hacer alusión a temas como el anterior cuando lo que se pretende es entender el enfermizo comportamiento de una sociedad que no se atreve a cambiar por no tener un piso asegurado donde “caer”. No pretendo ser apocalíptico y asegurar el completo desastre con la adquisición de nuevas formas de pensamiento, pero como dice el clásico refrán popular: “quién no se moja, no cruza el río”. Para mí, es necesario que las políticas que abracen las sociedades modernas sean representativamente universales y que aseguren (tal cual plantea Savater) el respecto por uno de los derechos humanos más básicos brindados al ser humano solo por su condición misma: la dignidad. La dignidad se expresa de muchas formas, pero actualmente solo está siendo denigrada de una: el abuso. El abuso en todas sus formas de expresión y de todas las formas en que una persona pueda imaginárselo. Abuso comercial, abuso de imagen, abuso de género, abuso de recursos, abusos sexuales, abusos políticos, sociales y hasta religiosos. Cómo no mencionar a las grandes entidades religiosas que, inamoviblemente han ocupado un puesto casi sagrado de opinión y, más preocupante aun, es el valor que se la da a la misma, con fervosidad dominical y con un peso que solo era congruente a la necesidad de contexto cuando el hombre se estaba recién descubriendo a sí mismo y aun no comprendía la necesidad de un Estado. No me corresponde mencionar todas las aristas de una crisis generalizada que vive nuestra sociedad, siento que sería contraproducente de mi parte y para mi ensayo, siento también que no puedo hacerlo desde mi calidad de participante de la misma. Solo puedo abstraerme en cierto grado e intentar ver qué es lo rescatable de lo que nos rodea y relacionarlo con las categorías de “bueno o malo”. ¿Dónde termina mi libertad y empieza la del otro?, ¿en qué momento puedo sentirme, efectivamente, en los pies del otro? y ¿cómo puedo asegurar mi justicia propia sin ser parte del molde que el sistema encaja en mí? Parecen cuestiones netamente filosóficas que no contienen aparente respuesta. Qué inútil debe ser pensar en cosas que no aparentan solución, pero el carácter pasivo y durmiente de las mentes actuales es una de las razones por las cuales no hay avances hacia nuevos y mejores formas de organizarnos. Con esto me refiero a que creo en que, en la medida que seamos capaces de pensar no solo en nosotros mismos y dejemos nuestros intereses de lado podremos comenzar a mirar hacia al lado y no solo hacia adelante. Eso significa progreso. Progreso es inclusión e inclusión significa confluir mi propia felicidad con mis más profundos anhelos, con mis ganas de ser yo mismo y con mi autonomía emocional. Ahora bien, me es imposible pecar altruista y dedicarme eclesiásticamente al resto, sino que debo tener claro qué es bueno para el resto al mismo tiempo que lo es bueno para mí. Creo yo que ese es uno de los objetivos que Savater busca al momento de proponernos su forma de entender la ética. No creo que su visión sea totalmente inquisidora y nos obligue a adaptarla y creerla ciegamente, pero si se entiende que el trasfondo, es posible cambiar el presente y lo que nos queda.
En síntesis, creo que la ética es una herramienta que tendrá un ajuste casi anatómico a la humanidad de quien decida explorarla, que nos encontraremos con formas distintas y personales de ver un mismo todo, pero que no por eso habrán aspectos superiores o hegemónicos sobre otros, que todo es transformable y nada puede dejar de ser humano por ser distinto, incluyendo también -muchas veces- lo que no es “democráticamente bueno”.


 Conclusión
Es difícil abarcar la totalidad del mensaje que Savater plantea en su escrito. Es difícil describir todo lo que puede llegar a generar en una persona el absoluto entendimiento de su mensaje. De hecho, es difícil esperar que una persona pueda llegar a adquirir en su totalidad todas las sugerencias del autor. Sin embargo, como todo en la vida, todos los cambios son inherentemente paulatinos, por más que se adornen radicales. ¿Qué cambios puede hacer, en términos macro, una persona que solitariamente empieza ver la vida de manera distinta? Puede sonar una pregunta retórica, sin embargo, su respuesta no se aleja del común de los contextos a los que puede estar asociada. El cambio será significativo en la medida en que se vuelva masivo y representativo. Aprender a mirar la vida con autonomía moral es crear un sistema que nos otorgue más comodidad y conciencia. Recalco conciencia porque suele pensarse, quizá, que es hacer lo que se me plazca y cuando se me plazca, pero es así en la medida que haya desarrollado también mi sentido de responsabilidad y humanidad, de ver lo que es personalmente bueno y que es independiente del convencionalismo tradicionalista que impera en las corrientes de influencia. Puede sonar reiterativo o majadero, pero ese creo yo que es la principal enseñanza que deja Ética para amador: toma cuenta de que estás decidiendo, elige tu decisión por lo que a ti te plazca hacer, disfruta de la buena vida, ten justicia, disfruta los placeres de la vida y procura crear nuevas formas de mirar al resto. Eso es transformación divergente, transformación real. Cual efecto dominó fuera, la completa aceptación de la incapacidad que tiene lo “malo” para afectarnos si sencillamente uno lo ve bueno es una opción que podría pasarnos y que podría abrir la mentalidad  a nuevas formas de felicidad.





5.- Catalina Horn:


INTRODUCCIÓN
“Ética para Amador” es el libro que Fernando Savater escribe para su hijo Amador, con el cual busca instruirlo principalmente, en cuanto a su  libertad.
A través de la ética, el escritor pretende enseñarle a guiar su actuar, pero no como un manual sobre los actos que lo llevan a ser bueno o a no serlo; por el contrario, le explica el verdadero sentido de ser libre, las consecuencias, los deberes y las responsabilidades que la libertad le implican, para construir él mismo su forma de vivir, bajo sus propios parámetros sobre lo que es o no correcto. El objetivo principal es conseguir ser feliz y “darse la buena vida”, y para darse la buena vida, no debe más que hacer lo que quiera, pero esto no es tan simple como parece.
Es un libro que sin duda nos lleva a reflexionar y nos invita a tomar conciencia sobre el compromiso que tenemos con nosotros mismos, con el qué hacer con nuestra vida y de qué forma conseguir eso que queremos hacer.
La moral, según el mismo autor explica, es el conjunto de comportamientos y normal que solemos aceptar como válidos y la ética, la reflexión sobré por qué consideramos esos comportamientos válidos. A continuación, analizaremos el texto en cuestión, explicando el planteamiento del autor sobre cómo hacerse cargo de darse la buena vida y compartir eso con la comunidad; así, veremos cómo influye esto específicamente en el rol del Fonoaudiólogo y de cualquier profesional del área de la salud, que debe tratar con personas con dificultades comunicativas.



SÍNTESIS
            Constantemente debemos elegir entre lo que es bueno y lo que es malo para cada uno; para eso contamos con nuestra libertad, que es la posibilidad de elegir nuestra conducta y nuestras respuestas frente a lo que la vida nos presenta, optar entre dejarse mandar o tomar otro camino, conscientes de que estamos dejando una cosa, por preferir otra, es escoger e inventar el camino que andaremos, para vivir conformes, felices.
            Generalmente actuamos por costumbre, por seguir órdenes o por capricho nuestro, pero eso no nos excusa, ya que somos nosotros  los que optamos por obedecer una orden, satisfacer nuestro capricho o continuar con una costumbre. Dejarse influir, ordenar o esclavizar, es elegir que otro elija por nosotros. Entonces, hay que tomar conciencia sobre el poder que nuestra libertad convoca; todo lo que hacemos (o no hacemos) conlleva a una consecuencia, ahí la importancia de ser responsables frente a nuestra libertad. Se supone que buscamos que los efectos de nuestras decisiones sean favorables, de modo que es fundamental diferenciar entre lo que se apetece en determinado momento con lo que realmente queremos construir de nuestra vida, por lo tanto, ser consecuentes. Necesitamos hacernos responsables, consecuentes, reflexivos y conscientes de nuestra libertad. Lo contrario sería ser un imbécil, que no lucha por si mismo, que termina disgustado consigo mismo, frustrado y finalmente, usando mal su libertad.
Necesitamos ser egoístas para enfocar nuestros hábitos hacia nuestro beneficio y el esfuerzo es la forma de conseguirlo. Sin embargo, para llevar una buena vida, hay que empezar por vivir una vida de ser humano, humanizarse, tratando al prójimo como un humano también, ya que ésta surge de las relaciones entre humanos, valga la redundancia. Si se trata al prójimo como cosa, lo deshumanizamos y a nosotros también, por no respetar la facultad que nos distingue de las demás especies. Y no se puede privar a nadie de este derecho, ni a los malos, porque aunque no compartan con nosotros la ética, comparten la esencia humana.
La sexualidad y la sensualidad  también nos diferencian de animales y cosas; además de exclusividad, nos llevan a forjar lazos más estrechos. No debemos avergonzarnos de sentir placer. La vida no es un fin, sino un medio y ese medio debe ser gozoso, en cada día.


ANÁLISIS
En el libro encontramos la cita “estamos condenados a la libertad”; esto refiere a que la libertad es en realidad una obligatoriedad. Lo único certero que tenemos es nuestra vida, no sabemos qué hubo antes ni qué habrá después, por lo tanto, lo único que vale la pena es lo que tenemos acá, lo que podemos hacer con la vida que tenemos hoy y es de cada uno la decisión de vivir conformes con nuestro vivir. Uno puede optar a llevar una vida solitaria, una vida vacía, una vida sacrificada, etc. Pero deberíamos procurar estar conscientes de que no se vive dos veces, no hay posibilidad de volver al ayer, y así, tampoco merece la pena el arrepentirse por lo vivido.
Los días que tenemos están contados, no son infinitos y cada uno de ellos nos ofrece algo nuevo, una particularidad que no se repite después. Por ende, tenemos la responsabilidad también de aprender (una responsabilidad completamente personal, ya que cada quien vive su día de una forma única y además, recoge de él lo que su experiencia, única también, le indica que es más relevante. Este aprendizaje ha de ser flexible; si las vivencias te indican que una realidad es de una forma, pero repentinamente se presenta algo que dice que toda esa realidad creída verdadera por ese tiempo, no lo era, entonces necesitaremos cierta plasticidad mental que nos permita amoldarnos al presente, porque la vida es constante cambio y movimiento.
Lo que aprendemos también, produce en nosotros reflexiones. Además del instinto de supervivencia, poseemos la capacidad de darnos una vida mejor o peor; instintivamente incorporamos lo aprendido a nuestro actuar. Y nuestro actuar nos forma hábitos, que si vemos que nos resultan beneficiosos para nuestra integridad, los internalizaremos en nuestra moral.
Al final, nuestra moral se crea de forma recíproca con nuestra conducta, ya que vamos adoptando distintas actitudes, para poner a prueba las consecuencias. Naturalmente repetiremos las conductas que nos conllevaran consecuencias positivas y así nuestra moral se irá formando, pero se requiere también cierta “rigidez”, una plataforma de virtudes inamovibles, que formen nuestra conducta.
Lo fundamental, es que cada uno de los actos de nuestro diario vivir, cada decisión es tomada por nadie más que por nosotros mismos, por lo tanto, se espera que maduremos, entendiendo que nadie es dueño de nosotros, más que nosotros mismos.
Y como mencionábamos anteriormente, se supone que queremos, intuitivamente estar conformes con nuestra vida y el primer paso para sentirnos a gusto, es sentirnos como lo que somos: humanos. En cada una de nuestras respuestas hacia el prójimo le estamos ofreciendo una vinculación (aun cuando nuestra respuesta sea de rechazo) que influye a ambas partes. Muchas veces podemos entregar amor y recibir indiferencia, o al revés, pero siempre todos reciben algo. La experiencia y el aprendizaje nos guiarán para lograr esa contestación deseada; pero es muy probable que si uno presta atención, interés a alguien, obtenga lo mismo de vuelta.
Y como especie humana, necesitamos el contacto más personas y la facultad del lenguaje nos permite hacerlo de una forma especial, en comparación con otras vidas que habitan la Tierra; cuando esta facultad se ve afectada, ya sea por una complicación física o simplemente cuestión de “trato”, se ve afectada también nuestra humanidad, nuestra integridad, lo que factiblemente nos lleve a agredir la integridad de otros. Todo está en conexión, si evaluamos que al verse perjudicar un individuo, este dañará a otro, hasta que esa cadena conmoverá a todos.
Así como responsables de nuestras decisiones y sus consecuencias, también somos influyentes importantes para quienes interactúan con nosotros, ya que de cada relación, ambos aprenden algo, algo que guiará el actual del otro, por lo tanto somos participes de la humanización del mundo y la humanidad es participe de nuestra humanización.
Vivimos en constantes interacciones y se supone que intentamos conseguir con estas un beneficio para nosotros, entregando a algo a cambio, pero ¿En las relaciones de terapia, lo que el paciente entrega al profesional a cambio no es más que la gratificación de un trabajo bien cumplido? ¿Qué pasa cuando no se puede cumplir con el objetivo teórico propuesto por el equipo de trabajo? La terapia no consiste en eso, es ahí donde se diferencia de las labores técnicas o matemáticos; la recompensa recíproca no se obtiene en cuanto a resultados teóricos, sino a gratificaciones personales del paciente.
Cuando el tratante se focaliza en los resultados cuánticos, llega a dejar de lado el primer punto a resolver para la persona en tratamiento -su integridad humana-, por el vicio de resolver la mayor cantidad de problemas posibles. Así, se deshumaniza en mayor medida.

CONCLUSIÓN
Como futuros profesionales del área de la salud, nos enfrentaremos a personas en diversas condiciones, que pueden tener involucrada su aptitud de comunicación; lo importante es reconocer que todo ser humano quiere comunicarse, de la forma que sea, es esencial que compartamos con el mundo algo de nosotros. Entonces, aun cuando se dice que trabajamos las deficiencias en la comunicación, en realidad lo que debemos resolver es la imposibilidad de expresar la comunicación que ya por si, existe en todo ser humano.
El decidir trabajar para ayudar a otro, parte por una motivación intrínseca que nos dice que ayudar a otro nos hará sentir mejor a nosotros mismos, pero en realidad al trabajar con otro humano, no se puede pensar en nuestra satisfacción en cuanto a la mejoría que tendrá el paciente. No podemos pretender sentirnos más conformes por un noventa por ciento de avance de la persona, que si avanza solo un veinte por ciento. Es difícil desligarse de esa mentalidad de que el paciente necesita avanzar, porque  en el fondo la esencia de la humanización es la comunicación. La comunicación que se da de muchas formas distintas al habla, basta con prestar atención a la mirada… Obviamente cada especialista cumple una función y tiene un objetivo, que no debe dejarse de lado ni desvalorizarse (la mejoría del paciente), pero antes de cualquier intervención terapéutica, debe tenerse en cuenta que lo más importante es hacer humanidad, para velar por el bienestar de nuestros pacientes y de quienes nos rodean.



6.- Catalina Villalón:



Introducción
A continuación se realizará la revisión del libro “Ética para Amador” que es un ensayo realizado por Fernando Savater y está dirigido según al texto al hijo de la persona que relata. El libro esta seccionado en nueve capítulos que  compartirán la visión del autor respecto a conceptos generales de ética, se presenta de manera sencilla, aunque los temas de por sí sean complejos, siendo un texto ameno y entendible para la mayoría de las personas que lo quisieran leer.
El texto busca no ser un manual de moral, ni mucho menos ser un manual que diga cómo se tiene que vivir la vida. Solamente a partir de un gran número de ejemplificaciones, historias y vivencias intenta entregar conceptos básicos de cómo filosófica y narrativamente se plantea la ética.
El autor pretende mostrar a su hijo en que se basa el arte de vivir una buena vida, de cómo el elegir bien y o el elegir mal te van determinando y construyendo como persona. Pero en sí el libro,  solo es un acercamiento ya que en ningún momento se dan pasos puntuales que lo que debe hacer una persona. Todo es un acercamiento hacia los criterios de lo que el autor estima como el buen vivir, dotando de herramientas éticas al lector y llevándolo a reflexionar sobre cómo el hacerse responsable de las elecciones se vuelve crucial para ser conscientes en la vida.
Primeramente en una plana se presentará un resumen de los 9 capítulos, que sintetizarán las ideas principales de cada uno. Seguido de esto se realizará un análisis general y puntual del texto, con el fin de esclarecer algunas ideas planteadas por el autor, además de integrar y relacionar la práctica fonoaudiológica comprendida bajo el marco de la ética profesional. Finalmente se desplegará un resumen que identifique las ideas más importantes que expuso el autor, junto con la relación que presenta el haber conocido este libro en pro de la práctica fonoaudiológica.

Resumen
En el capítulo “DE QUÉ VA LA ÉTICA” nos plantea que el hombre es un ser libre, que no puede elegir lo que le pasa, pero si elegir que hacer frente a lo que le pasa. Sus elecciones estarán determinadas por los oportunidades que se presenten y por lo que considera conveniente o inconveniente. Se plantea que el saber vivir es lo que se llama ética.
En el capítulo II y III, habla de cómo muchas veces se elige actuar, en base a órdenes, costumbres y caprichos, llevando nuestra conducta en una dirección y determinando nuestras preferencias. Si bien la libertad se relaciona con elegir,  también tiene que ver con darse cuenta de lo que uno está eligiendo. Para poder reflexionar y cuestionar lo que es bueno para uno mismo (ética), el autor plantea que es recomendable alejarse de las órdenes y las costumbres.
Se quiera o no se es libre, se quiera o no se tiene que querer algo, ya sea tomando una decisión o rechazándola. Entendiendo que se vive bajo una realidad cultural, en donde el ser humano se relaciona con otros, es que en el capítulo IV y V Savater apunta a optar por una “buena vida humana”, la cual difícilmente se puede alcanzar si no es en base a dar una buena vida  también. Para esto es fundamental tratar a las cosas como a cosas y a los seres humanos como humanos. Ideas como comprender de qué va la vida y que puede hacerla “buena”, permite enfatizar y reflexionar sobre el porqué se opta a una y no otra, labor que le correspondería a la ética.
Ser un “egoísta consecuente”, es decir, una persona que sabe de verdad lo que le conviene para vivir bien y se esfuerza por conseguirlo, es totalmente contrario a ser “moralmente imbécil”. Lo primero habla de personas conscientes y responsables de sus actos, que entienden que estos los construyen y los definen, mientras que el segundo no sabe que quiere, ni mucho menos cómo lo quiere.
Los hombres coinciden en un punto y es que son humanos, el hecho de poder  relacionarse los “humaniza” y los hace semejantes. Sin un trato de humanidad, difícilmente el hombre puede optar a una “buena vida”. El tratar al otro como persona según el autor tiene que ver con ponerse en el lugar del otro, adoptar por un momento su propio punto de vista, así se refleja el derecho que tiene todo hombre al valor de la justicia, es decir a la habilidad y al esfuerzo que debe hacer cada uno  por entender lo que nuestros semejantes esperan de uno.
En el penúltimo capítulo habla de cómo vivir una buena vida está relacionada con el uso de los placeres. Savater dice que lo máximo que se puede obtener de lo que sea es la alegría, si bien la mayoría de las veces se relaciona  el placer del sexo con la inmoralidad, el autor propone que el placer es estupendo y deseable cuando se es puesto al servicio de la alegría, entendiéndose esto como templanza. Por el contrario las personas que se entregan a un placer culpable, lo único que  obtienen es castigo. El uso del placer va en pro de enriquecer la vida, el abuso en cambio en empobrecerla.
Para finalizar se presenta la relación entre ética y política, en donde la primera es el arte de elegir lo que más nos conviene y vivir lo mejor posible, pero desde un punto individual; la segunda tiene como objetivo organizar lo mejor posible la convivencia social, de modo que cada cual pueda elegir lo que le conviene. El autor plantea que hay exigencias políticas que ninguna persona que quiera vivir bien puede dejar pasar por alto. Estas especificaciones serán extendidas en el análisis de este trabajo.

Análisis
Partiendo con lo que propone Savater se puede entender que de cierta manera las personas están restringidas a las oportunidades que se les presentan y en cómo estas se eligen en base a lo que se encuentra conveniente o no. Ejemplificando: se debe elegir entre ir a clases de psicología social o dormir hasta tarde en casa. La libertad en este caso se basaría  en tomar la decisión de presentarse a la clase o no. Ahora si se informa que la clase será de carácter obligatorio, la posibilidad de faltar disminuye radicalmente, pero frente a ningún caso  se pierde la libertad de elegir. Este acto que pareciese tan sencillo a simple vista, trae bajo la manga la obligación de tener que responsabilizase de las cosas que se eligen.  Quizás en la elección de ir a clases es bastante sencilla, pero cuando se trata de elecciones del ámbito laboral cambia un poco la cosa, ya que como profesional de la salud se debe velar por el bienestar de otras personas que  tienen la misma libertad que uno, y más aún se debe ser consciente que parte de las elecciones que se tomen, podrían construir realidades y oportunidades para otros. He aquí la gran importancia de desarrollar en los estudiantes de fonoaudiología un carácter crítico, en donde el cuestionarse y responsabilizarse  formen partes de las herramientas que mejor manejen.
El hecho de actuar bajo órdenes, costumbres y caprichos, queda totalmente descartado cuando se trata de realizar un trabajo profesional o por lo menos así debería ser. Primeramente porque la formación que se da a cada estudiante, y el conocimiento especializado que adquieren, les permite justamente desmarcarse de estas posibilidades, y actuar más bien bajo una estricta mirada ética, que permita evaluar las diferentes oportunidades que se presentan para poder ayudar al paciente, y no así optar por lo que siempre se ha hecho, o por lo que otros puedan ordenar. Ser fonoaudiólogo es un llamado a ir reinventándose para poder dar calidad y dignidad a los pacientes. Otra razón por la que no sirve actuar bajo estos parámetros es porque al poder ejercer libremente una profesión implica el responsabilizarse de las elecciones que se toman, y entender que no funciona como  argumento el culpar a otros.
Dado lo anterior es que resalta  la gran importancia que juega la ética, respecto al reflexionar sobre lo que hace sentido en cada persona.
 Es destacable lo que plantea el autor cuando dice que no se puede optar por una buena vida, sin antes darla. La relación de terapeuta-paciente tiene mucho que ver con esto, pero  no estrictamente con el hecho de dar algo por el otro, sino al hecho de creer, ya que si por ejemplo se quiere realizar una terapia se necesita tanto de un paciente que crea en la propuesta de su terapeuta, como de un terapeuta que crea en las capacidades de su paciente, lo que se traduce finalmente en dar confianza.
El trabajar con alguien y no con algo, implica o debería implicar automáticamente la asignación de un derecho fundamental, que es el derecho a ser tratado como persona, por ejemplo ser escuchado, ser atendido con respeto, acceder a una atención de calidad, oportuna y profesional. A veces se pasa por alto este punto, pero el simple hecho de tratar a los demás por lo que son,  permite poder ser tratado de la misma manera. El acto de humanizarse se vuelve revelador cuando lo que se busca es establecer algún tipo de relación, sin él difícilmente existiría una entrega real,  ya que  de cierta manera lo que permite es dejar en un punto igualitario a las personas, manteniendo y respetando las diferencias que podrían existir.
El  optar a una “buena vida” como lo llama el autor, no se logra si no existe un trato de humanidad. Pero ¿en qué casos específicos se presenta la humanidad?, ¿Cuándo el fonoaudiólogo no discrimina a sus pacientes por raza, color o sexo?, ¿cuándo se da cuenta que como profesional no es apto para atender a un paciente y lo deriva?, ¿cuándo  respeta la opinión de sus pares?, o ¿cuándo acepta el derecho del paciente a  elegir por quién quiere ser atendido? Francamente pienso que cada uno amerita un grado de humanización por parte del profesional. En el fondo se trata de lograr ponerse en el lugar del otro pero de una manera justa, intentando entender sus razones y su actuar.  Esto no quiere decir que se acepta por sentado todo lo que el otro decida, pero si habla de la consideración que hay frente a la opinión ajena.
Pero ¿se podrá valorar las elecciones del otro cuando no se tienen claras las de uno? es importante mantener un objetivo que responda a las necesidades de cada cual y no a la de los demás, no por el hecho de creer que el de los demás no es suficiente o se basan en un objetivo errado, sino porque es esencial conocer los propios objetivos ya que estos definen hacia donde se quiere avanzar. El solo hecho de saber qué se quiere  y cómo se quiere, permite seleccionar un par de posibilidades para alcanzar un objetivo, pero a la vez permite discriminar otras. Ejemplificando el asunto se tiene:



El placer cuando es puesto a favor de la alegría, no solo es un “buen placer” sino que se diferencia radicalmente de los placeres por caprichos o de los placeres culpables que trabajan al margen del castigo. El placer en sí permite optar a una sensación positiva o agradable, que en su forma natural  
busca satisfacer una necesidad. En la relación de terapeuta- paciente creo que es importante tener el placer de ayudar al otro en el caso del terapeuta y en el caso del paciente, tener el placer de ayudarse así mismo.
Ya se mencionó anteriormente  que la ética se relaciona al arte de saber elegir lo que más nos conviene, pero entendiendo al hombre como un ser social, alguien debe hacerse cargo de resguardar  las conveniencias sociales, es por esta razón que existe la política.
Hay exigencias políticas que ninguna persona que quiera vivir bien puede dejar de tener. Para la fonoaudiología es de suma importancia la existencia de la política, ya que esta permitirá regularizar las prácticas que se llevan a cabo en el área de la salud. La política debe actuar bajo el rigor de lo que se conoce por justicia y no puede existir régimen político que no pretenda fomentarla. El fonoaudiólogo hace justicia a diario, trabajando en las discapacidades de sus pacientes, relacionándose  con el principio básico de la buena vida, que es el de tratar al otro como persona.
Es así como en síntesis se logra ver que la ética permite alcanzar por medio de la reflexión lo que más nos conviene, y además nos permite visualizar su carácter individual, carácter  que puede ser expresado de una manera universal y puede reconocerse como moral.

Conclusiones
El derecho universal que tienen las personas es el ser tratado como seres humanos, con lo leído en el texto se identificó claramente la importancia para el hombre el sentirse humanizado. El no estarlo  hace que exista una pérdida de sentido en la vida, lo cual no es menor, ya que  se puede concluir que si no hay motivación por la cual avanzar, difícilmente se puede optar por vivir bien.
Es así que en el marco de tomar buenas decisiones se debe asumir el deber de la responsabilidad, que permitirá en muchos casos hacernos conscientes de lo que se está construyendo.
La ética por lo tanto a modo de conclusión viene siendo  un regulador de las decisiones que se eligen, haciendo reflexionar sobre cuán beneficioso puede resultar una elección. El beneficio muchas veces viene hacer el argumento justiciero de porque se elige una cosa y no otra.
La justicia por otra parte le dará al ser humano la capacidad de ser empático con el otro, manteniendo sus  propias perspectivas, pero permitiendo mirar en las del lado.
No es malo usar los placeres en pro de la felicidad, pero si lo es abusar de ellos. Por eso se debe evaluar la presencia de estos y erradicarlos cuando no sean ventajosos.
En margen a la fonoaudiología, el solo hecho de tratar con pacientes, hace que se esté en la obligación de entregar una atención de calidad por los parámetros recién mencionado. Desde el niño que llega con algún trastorno, hasta el abuelito que vive sus últimos días, requieren que se les trate de manera igualitaria, es decir, como personas.
En el marco de la regulación la política se presentó como una herramienta necesaria para mantener las conveniencias sociales. Por lo tanto es clave entender que como fonoaudiólogos se tendrá que trabajar en pro a que existan políticas que favorezcan la humanización como principio universal de todo ser humano.