miércoles, 24 de abril de 2013

Pueblos Originarios: Cultura Mapuche

Se presenta el Informe correspondiente a los Pueblos Originarios: Cultura Mapuche.

Pueblos Originarios:
Cultura Mapuche




-Nombres: Paula Beláustegui, María Esperanza Campos, Katherine Catejo, Cristian Galaz, Catalina Horn, Catalina Villalón.
-Asignatura: Ética Profesional
-Profesor: Marcelo Sandoval
-Fecha: 24 de Abril 2013


Introducción
El marco de la integración de la diversidad es un proceso que ha sido intentado mejorar durante la última década. Con diversas políticas e iniciativas que constantemente se transforman ante el ojo de la decisión pública, es innegable que falta mucho para lograr un cambio tangible. Con el quehacer profesional terapéutico, nace inherentemente en nosotros el deseo que nos empuja a ser integradores de todo cuanto podamos abarcar. Dicho esto, la directriz de nuestra proyección debe ser la inclusión de todas las realidades existentes en el entorno en el cual nos vamos a desarrollar.
Sin ir más lejos de esta definición, las minorías culturales en Chile significan un tema difícil de abordar en la palestra pública. Las etnias que constituyen el actual vestigio de los inicios de nuestra civilización han ido en un proceso de urbanización que es tangente a la pérdida de las raíces propias de las mismas. Sin embargo, este es un proceso que no se caracteriza por ser exclusivamente propio de nuestra realidad nacional, sino que es fruto de un indetenible avance de la globalización producto de los sistemas políticos hegemónicos predominantes en el mundo.
La Cultura Mapuche constituye indudablemente el representante principal de los pueblos autóctonos de nuestro país. Según cifras actuales del censo 2012, aproximadamente el 9,9% del total de los residentes mapuches se reconoce como tal ante la encuesta pública y el 70% (app.) centra su hospedaje en la región metropolitana. Estas cifras constituyen un alarmante indicio del nivel de pérdida de las raíces propias de este pueblo y nos transmiten el imperante deseo de transformar, paulatinamente, nuestras costumbres hacia una convergencia de rescate.




Objetivos
-       Describir brevemente las informaciones generales respecto a la cultura mapuche, ahondando en lo que incluye datos demo y etnográficos.
-       Describir en qué consiste la visión médica del pueblo mapuche.
-       Relacionar aspectos de cosmovisión mapuche y su conexión con el continuo enfermedad-salud.
-       Conectar el proceso “vida-muerte” de este pueblo con los aspectos anteriormente mencionados.
-       Rescatar las generalidades aplicables al contexto de salud actual chileno, generando propuestas de inclusión de sus prácticas.
-       Reflexionar respecto a la importancia de sus conocimientos.


Marco Conceptual: datos etnográficos y demográficos

Los mapuches, que significa “gente de la tierra”,  son un pueblo aborigen sudamericano que habita el sur de Chile y el suroeste de Argentina. De modo genérico, «mapuches» abarcan a todos los grupos que hablan o hablaban la lengua mapuche o mapudungún y, de modo particular, se refiere a los mapuches de La Araucanía y sus descendientes.
A la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, habitaban entre el valle del Aconcagua y el centro de la isla de Chiloé, en el actual territorio chileno. Entre los siglos XVII y XIX los mapuches se expandieron al este de los Andes, de forma violenta en unos casos y pacífica en otros, en un proceso que significó la aculturación de los tehuelches y otros grupos de cazadores nómadas.
A fines del siglo XIX, los estados argentino y chileno ocuparon los territorios habitados por mapuches autónomos mediante operaciones militares llamadas «Conquista del Desierto» y «Pacificación de la Araucanía», respectivamente.
En los siglos XX y XXI han vivido un proceso de asimilación a las sociedades dominantes en ambos países y existen manifestaciones de resistencia cultural y conflictos por el reconocimiento y ejercicio de derechos políticos y sociales y la recuperación de autonomía.
El sistema económico basado en la caza y la horticultura propios de las agrupaciones del siglo XVI, dio paso a una economía agrícola y ganadera en los siglos XVIII y XIX, convirtiéndose en un pueblo campesino luego de la radicación forzosa en terrenos asignados por los gobiernos de Chile y Argentina. La población mapuche actual es mayoritariamente urbana, la cual vive principalmente en Santiago de Chile y Temuco.




Situación demográfica actual

La situación demográfica los Mapuches ha ido cambiando a través del tiempo. Antiguamente el territorio Mapuche se extendía (siglos XVII – XIX) desde el valle del río Aconcagua, al norte de Santiago, hasta el río Biobío, en la actual Argentina. Actualmente solo una parte del territorio chileno y del territorio argentino es reconocido por los mapuches como su tierra.
Según el Censo de Chile de 2002, 604.349 personas en Chile se declaran pertenecientes al pueblo mapuche, aproximadamente un 4% de la población total, que representan el 87,3% de la población indígena total. Viven principalmente en la Araucanía (33,6%) y la Región Metropolitana (30,3%) y en menor cantidad en las de Biobío (8,8%), Los Lagos y Los Ríos (16,7% las dos sumadas).
En el censo de población realizado en 2012 que 1.508.722 personas se declararon Mapuche. La variación en el país es de 905 mil personas, concentrándose la mayor cantidad en región metropolitana, seguida por  la Araucanía.  
La cantidad actual de mapuches, representa el 9,9% del total de personas. Los pueblos originarios corresponden aproximadamente a un 12% de la población chile y dentro de este más o menos un 80% corresponde al pueblo mapuche.

Entre el 65 y 70%  de la población mapuche, se concentra en ciudades, sobre todo en la ciudad de Santiago, y un 30% se sitúa en partes rurales del país, principalmente en la Araucanía y de forma más minoritaria en las regiones de los Lagos y la de Los Ríos.
La repartición desigual está causada por un fuerte éxodo rural intenso provocado por las generaciones jóvenes y que causa una importante subdivisión de las tierras así como una disminución de la productividad agrícola que ya se viene produciendo desde la colonización y que tiende a prolongarse en el futuro. De esta manera, se puede apreciar que 8 de cada 10 mapuches viven en ciudades.





Sistema religioso, cosmovisión y su relación con continuo    salud-enfermedad y educación.

El sistema religioso mapuche rinde culto a los antepasados míticos y los espíritus, en base a su propuesta de que nuestro mundo tangible está estrechamente ligado con el mundo espiritual. Ngünechen es su Dios, omnipotente y superior, al igual que el Dios de la iglesia Cristiana, pero a diferencia de la última, también se respeta a sus precursores Pillanes y Wangulén, a los espíritus de la naturaleza llamados Ngen. La cosmovisión mapuche y el concepto de salud están estrechamente relacionados. Los  mapuches entienden la correspondencia entre salud - enfermedad como un equilibrio a nivel del universo, por lo tanto para ellos la enfermedad aparecería cuando hay un desequilibrio en el universo, siendo así los  pullu (espíritus) en los cuales creen, los que entreguen el newen (fuerza) para la sanación.
Actualmente, la cultura mapuche ha sido influenciada por la iglesia Cristiana, profesándose esta dentro de sus cultos, pero ellos plantean otra teoría del origen de la Tierra; dicen que, antes de poblar la tierra, los espíritus miraban desde arriba y veían todo desierto, hasta que les fue permitido enriquecerla con innumerables formas distintas, hechas con el material de las nubes; luego bajaron los hombres del cielo, conociendo el lenguaje de la naturaleza, y trajeron el idioma mapuche, que es el mismo que se habla en el cielo. Los espíritus les prometieron que los harían regresar en el futuro.
El Chonchón y Kalku son sólo algunos de sus personajes mitológicos. En cuanto a las figuras religiosas más importantes, encontramos al Ngenpin, a la Machi y al Lonco, quienes se encargan de los Guillatún (rituales de adoración y diversión) y el Machitún (ceremonias de sanación y augurio).
Una de las características de su cultura, es la práctica de sacrificios humanos, ya sea para calmar desastres de la Madre Naturaleza (como ofrenda) o guerras, o para acabar con el padecimiento de una persona.
De acuerdo a los Mapuche, la vida humana debe estar en armonía; cuando esta se desbalanza, se presenta una enfermedad. Las enfermedades (kutran) se dividen en dos tipos: enfermedades Mapuche y enfermedades Winka. Al mismo tiempo, las Kutran Mapuche se dividen en re kutran (causadas por la naturaleza), wenu kutran (causada por influencias mágicas)  y wedu kutran (provocada por espíritus).
Dado que las enfermedades Mapuche son provocadas por fenómenos y fuerzas claramente explicables e identificables, estas deben ser tratados en acuerdo con el sistema médico
Mapuche. Las enfermedades winka, por su parte pertenecen al mundo occidental, y deben ser tratadas a la manera occidental.De acuerdo a la causa de la enfermedad, los Mapuche decidensi el tratamiento debe ser hecho por una machio por un doctor. Citarella plantea que la mayoría de los Mapuche considera las enfermedades como Mapuche Kutran, pero cuando se presentan síntomas biológicos (tales como virus o infecciones bacteriales), los Mapuche deciden acudir al doctor, ya que ese tipo de enfermedades son clasificadas como enfermedades winka.
En cuanto a la educación académica de los Mapuches, esta e encuentra fuertemente afectada por asuntos territoriales (difícil acceso a establecimientos escolares, por la falta de caminos rurales en su principal territorio) y por la discriminación de algunos recintos para recibir a las personas de esta cultura. Además, los Mapuches exigen que se respeten sus creencias y sean impartidas también en el sistema educacional al que asisten sus hijos, pero esto no ocurre en cualquier escuela, por lo que se ve limitado el rango de posibilidades.


Proceso Vida y Muerte

Los mapuches tenían una concepción de la vida como una dimensión sagrada, tanto la alegría como el sufrimiento haciendo que cada acto de existencia fuera espiritual. Le atribuían gran valor a la auto-estima, ya que la condición de mapuche era asumida con gran orgullo y se rendía la vida si era necesario en defensa de los valores y los principios culturales.
Creían además que la vida se prolongaba más allá de la muerte. Se convertía en un viaje que emprende el alma del difunto hacia  otra vida, ascendiendo desde la plataforma terrestre hasta una cósmica de transición en la que se mantiene hasta su funeral. Además se prolongaba en un doble exacto del cuerpo, que seguía existiendo después de la muerte y de la descomposición del cuerpo, manteniendo las características dadas por el linaje al que perteneció en vida. Podía hacerse invisible e intangible a voluntad, pero requería de las mismas necesidades y experimentaba los mismos sentimientos y deseos que los vivos.  Es por ello que para atender a sus necesidades, se depositaban junto al cuerpo de los hombres, comida, utensilios de uso cotidiano, incluso se les colocaban caballos muertos para que se transportaran en ellos. Si se trataba de una mujer, se le depositaban sus mejores vestidos, comida, bebida y todos sus instrumentos de tejido.
 Los caciques por lo general eran enterrados en cerros y seguía rigiendo los dobles o almas de los que gobernó en vida, el resto de los mapuches eran enterrados en las faldas de estos. Otras formas de entierro eran en troncos ahuecados, en cistas de piedra y en urnas funerarias de cerámica.

 Los dobles o espíritus conservaban la forma del cuerpo y los caracteres que tuvieron en vida: el que fue alto o bajo, continuaba siéndolo o el que murió niño quedaba niño.
El espíritu o doble nacía con el cuerpo, y durante la vida podía abandonarlo y volverlo a ocupar a voluntad. Con la muerte se desprendía del cadáver y pasada por dos fases distintas: la de am y la de pulli.
El am: es el espíritu de los recién muertos que aún no se había alejado de los lugares y personas que frecuentaba en vida. Se podía hacer presente a los vivos en forma de animal o humana.
El pulli: correspondía a la transformación del am que se aleja de los hombres  que se dirige a la región de los espíritus, a medida que su recuerdo se va desapareciendo.



Lineamientos inclusivos del pueblo mapuche en el sistema de educación

La ley indígena N° 19253 dice recoger en gran medida los planteamientos formulados por las comunidades indígenas en el transcurrir del tiempo. A partir de esta ley nace la CONADI (corporación nacional de desarrollo indígena), un  organismo público encargado de promover, coordinar y ejecutar, en su caso, la acción del Estado en favor del desarrollo integral de las personas y comunidades indígenas. Los principales artículos mencionados en esta ley y referidos al tema educacional establecen:
-El establecimiento en el sistema educativo nacional de una unidad programática que posibilite a los educandos acceder a un conocimiento adecuado de las culturas e idiomas indígenas y que los capacite para valorarlas positivamente.
-La Corporación, en las áreas de alta densidad indígena, desarrollará un sistema de educación intercultural bilingüe a fin de preparar a los educandos indígenas para desenvolverse en forma adecuada tanto en su sociedad de origen como en la sociedad global.





Lineamientos inclusivos del pueblo de Mapuche en el sistema de salud

En la inclusión dentro de sistema de salud funciona como regulador al programa Mapuche del Ministerio de salud. Es aplicado en las zonas con mayor concentración de población indígena, principalmente en la región de la Araucanía. Este organismo tiene como propósito principal mejorar la situación de salud indígena, otorgando mayor acceso e información, y al mismo tiempo respetar y proteger el sistema de salud autóctono.
Además consta de tres componentes principales en los cuales se basan para alcanzar el logro esperado:
- Equidad: construcción de un sistema de salud que busca contribuir a disminuir las brechas existentes en el acceso a la atención de salud oportuna y de calidad.
- Enfoque Intercultural en Salud: orientado a la incorporación del enfoque intercultural en las acciones de salud que realizan los profesionales y técnicos en su relación con los sistemas culturales de salud de los pueblos indígenas.
-Participación Social Indígena: orientado a la participación de los pueblos indígenas en la formulación y evaluación de los planes locales.
FUENTE: servicio de salud de la araucanía, ministerio de salud   http://ssan.redsalud.gob.cl/?page_id=346


Crítica Reflexiva

Sin duda alguna, con el pasar de los tiempos ha sido exponencial el crecimiento que ha tenido el sentimiento de representación con las “ideologías” y prácticas de la cultura mapuche. Sin embargo, el proceso que aquí se genera es sumamente interesante. A medida que se produce mayor inclusión de sus conocimientos en lo “urbana y culturalmente público” (por ejemplo y dado el caso, el sistema de salud), no se da el espacio necesario, adecuado y justo para el mismo proceso. Es decir, por una parte encontramos un mayor porcentaje de representación mapuche en nuestro entorno urbano, algunos beneficios que otorga el Estado en relación a la educación y jornadas de aplicación de prácticas ancestrales curativas mapuches, pero si analizamos más a fondo estas mismas “oportunidades”, encontramos que son sumamente restrictivos y, en ciertos casos, pueden asumirse prácticamente como una burla. Esto, es puntualizable con el ejemplo de la Región de Valparaíso, la cual en un intento de inclusión, partió otorgando una intervención médica mapuche anual, para pasar posteriormente a dos intervenciones. O sea, encontramos que para las entidades públicas es suficiente con dos jornadas anuales para seguir una terapia “efectiva”. Más aún, en un intento con mejorar la situación y ante el debate mismo generado, se dio el espacio para la implementación de un “Centro Cultural” donde la población mapuche pudiera entregar sus prácticas, pero que sin embargo, no se encuentra directamente relacionado con las carteras ministeriales correspondientes.
Lo anterior, sumado al incipiente y tan mencionado Conflicto Mapuche, demuestra un profundo desinterés y subestimación por lo que significa este pueblo para la identidad chilena. Por lo mismo, observamos que a medida que más personas mapuches son “incluidos” en los sistemas públicos, estos van perdiendo profundamente su identidad, ya que deben ser sometidos a la educación, salud y beneficios tradicionales del resto del Chile “colonizado”.
Para nosotros, es necesario que la inclusión que se otorgue considere un sistema que sea elaborado desde el marco de la completo y absoluto englobe de todo lo que considera la integración de una cultura en otra. Más allá de ser puntualmente la cultura mapuche en cuestión, es necesario el respeto por lo que se trae incorporado por la herencia cultural al momento de adaptar un pueblo en otra “civilización”. Como futuros fonoaudiólogos, recabamos en la importancia de las alternativas médicas y el espacio que se da para las mismas, porque para que una rehabilitación sea eficiente, es necesario que se considere un trabajo permanente y proyectado, analizando la evolución física y emocional de los pacientes; esto dentro de un marco de una terapia general.




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